domingo, 8 de febrero de 2009


- Ya no hay nada más registrado- dijo Montse a Roger, y paró la cinta-. Según le confesó Héctor a Nuria, a partir de aquí ya no recuerda nada más.

Todavía era noche oscura e iban los dos con el coche de Montse. En el cruce de Ramón y Cajal los esperaba Jaime Calvet. Sujetaba los extremos de dos sacos, que descansaban en el suelo a sus pies. Vestía como un explorador, pero no se le notaba nada estrafalario. Es más, se había peinado correctamente y tenía cara de estar sobrio. Montse paró el coche delante de él y se acercó a Roger:

- ¿Te importa dejarlo sentarse delante? Por respeto, nada más.

Roger la miró con gesto interrogativo, pero ella le cogió afectuosamente la barbilla y él se apresuró a complacerla. Nada más salir, cogió los dos sacos y los puso en el maletero.

- Buenos días, Montse- dijo Calvet mientras hacía la intención de subir al coche.

- Espera- le indicó ella-, que subirás delante.

- ¿Delante?!- se extrañó.

Cuando ella le sonrió, él se quedó perplejo. Y todavía no se habían acabado los cumplidos ya que cuando estaban los tres en el coche, Montse le felicitó por haber pensado tan bien. Ahora bien, ya fuera por modestia, o por prudencia, Calvet quiso dejar claro que en aquellos asuntos no se podía festejar nada antes de hora.

- Ya lo veremos- le dijo-. Porque incluso en el caso de que encontremos algo interesante, necesitaremos mucho dinero para efectuar los análisis.


Llegaron a Scala Dei a las siete y media. Habían decidido ir un lunes porque era el día que no se abría al público y, por tanto, el portero-vigilante no estaría.

Montse aparcó el coche a unos dos metros antes de la entrada al recinto y continuaron a pie. Roger ya había estado con anterioridad y Jaime Calvet también, por tanto no tuvieron ninguna dificultad para localiza el antiguo cementerio de los religiosos. Una vez allí, pudieron ver en seguida los restos de las cintas de plástico con que la policía había rodeado el lugar donde aparecieron los cuerpos de las chicas.

Para trabajar con método, Roger y Montse entraron en el recinto y con una especie de rastrillos especiales, se pusieron a escarbar donde les indicó Calvet, que se había quedado fuera para poder dirigir la tarea con una mejor perspectiva.

Todavía no habían empezado a mover la tierra cuando sintieron unos pasos. Roger se quedó petrificado. Calvet también. Montse fue la única que perdió la serenidad e hizo señas al ex forense para que se escondiera con ellos. Así lo hizo. Los habían descubierto, seguro. Sino, el ruido era cada vez más audible, señal de que alguno- un guardia nocturno, puede ser- se aproximaba. No tenía ningún sentido seguir escondidos como las avestruces. Calvet fue el primero en reflexionarlo, o como mínimo, el primero en sacar la cabeza.

- La madre que los parió! Los mataré!- dijo, amenazador.

En seguida, se agachó, cogió una piedra, se incorporó y la tiró con rigor. Cuando Roger y Montse miraron, sólo vieron dos perros perdidos que huían; uno de ellos gritaba de dolor.

- Uf, qué susto!- exclamó la chica, liberada.

Pero mira por dónde, a causa de los movimientos bruscos que habían efectuado para esconderse, habían quedado al descubierto unos objetos brillantes en el suelo de la fosa. Fue Montse la que los localizó.

- ¿Qué es eso?- preguntó ella a Calvet.

- Parecen unos pendientes- le respondió él, que con mucho cuidado los sacó un poco del suelo para asegurarse.

En efecto, eran dos pendientes de oro con una esmeralda cada uno.

El volumen de la fosa no daba para que tres personas estuvieran buscando, así que Calvet pidió, muy educadamente, a Roger que saliera y que les asistiera desde fuera. A partir de entonces la tarea del chico consistió en ir pasando bolsas de plástico al forense para que éste, que estaba muy engrescado moviendo la tierra y daba muestras de una gran profesionalidad, depositara todo aquello que creyera conveniente.

El mismo Calvet fue el autor del hallazgo más importante. Era un trozo de tela con gusanos dentro. Él desenganchó uno y se dio cuenta que debajo había pelos, posiblemente púbicos. Lo guardó en una bolsa y sin perder detalle, escarbó por los lados de donde lo había encontrado. En seguida se topó con unos trozos más grandes de la misma tela, todos con unas manchas que bien podían ser sangre o semen; ¿por qué no? Montse lo miró absorta y Calvet le pidió a Roger:

- ¿Tú qué dirías que es esto?

- A mí me parecen restos de un saco de dormir- le respondió el periodista

- A mí también- le confirmó Calvet-. Y creo que no me equivoco nada si te digo que debieron usar este supuesto saco porque les resultaba más fácil transportar a las chicas una vez asesinadas...

Calvet también le explicó a Roger algo sobre el círculo vital de los gusanos y las características de los pelos que había localizado, dos o tres de los cuales eran blancos. Parecía totalmente que pasaba de hablar de temas desagradables con Montse.

- Mirad!- dijo de repente ella, que al sentirse un poco desplazada no había dejado de mirar dentro de la tumba.

- Cojones, un bisturí!- Calvet apenas pudo reprimirse de gritar a causa de la sorpresa.

Y habían rastreado todo el fondo y los laterales de la fosa y no había aparecido nada más. Eran las nueve y cuarto. Decidieron que primero saldría Montse y, al acabar, entre ella y Roger ayudarían a Calvet a subi. Eso hicieron y el naturista sacó buen partido de la ascensión de la chica.

Cuando Montse y Calvet estaban arriba, ella cogió la cámara y grabó la fosa, sus alrededores y todos los restos que habían recogido.


Ya se iban pero Calvet se lo pensó.

- Déjame un pico Roger, que quiero comprobar una cosa- le dijo.

Cuando Montse y Roger se dieron cuenta que estaba excavando en lo que debía ser una antigua tumba, concluyeron que el ex forense había perdido definitivamente la cabeza.

- Y vosotros, no estéis parados!- les ordenó-. Cavad en todos los sitios donde os parezca que puede haber una tumba.

En cuestión de minutos se encontraron con quince o veinte esqueletos humanos.

- Es lógico que encontremos muertos- proclamó Roger-: estamos en el cementerio.

- Te equivocas- le cortó Calvet-. Es verdad que hemos exhumado esqueletos antiquísimos, pero yo ya he contado ocho o nueve que no deben haber sido enterrados hace más de cinco años. Son todos femeninos y en ellos aprecio señales de heridas ocasionadas por arma blanca!

- Oh!- Montse puso cara de terror superlativo.

- ¿Estás seguro?- le preguntó Roger.

- Y tan seguro! Mira- le dijo Calvet que se acercó a un cadáver para enseñarle los agujeros de las balas y las puñaladas.

- Eso no puede ser obra de una sola persona- aseveró Roger-. hemos descubierto el cementerio clandestino de una secta satánica.

Como Roger se había quedado blanco, Montse se acercó y le puso una mano en el hombro para reconfortarlo.

Mientras tanto, Calvet cogió el cráneo del último esqueleto que había examinado y se incorporó para estudiarlo más cómodamente.

- Pareces Hamlet!- se le escapó a Montse.

Roger, cada vez más afectado, se separó medio metro de un golpe y la fulminó con la mirada.

- Perdón- se apresuró ella a decir.

Calvet les dijo que para ir bie, se tendrían que llevar todos los cráneos a su consulta para estudiarlos detenidamente. Lo malo era que si los pillaban, irían directos a la cárcel.

- Te puedo fotografiar las dentaduras, si quieres- se ofreció Montse.

Dicho y hecho. Mientras Montse preparaba la cámara, Calvet y Roger colocaron diez o doce cráneos en el suelo, uno al lado de otro. Y después, mientras Montse los retrataba y Roger, haciéndose fuerte el corazón, los colocaba de la mejor manera posible, Calvet todavía rompió, o arrancó según el caso, unos cuantos dedos a los cadáveres para llevárselos.

Después taparon a conciencia las fosas con los cadáveres dentro y se fueron.

- Es muy fuerte no comunicar esto que acabamos de encontrar a la policía- les advirtió Calvet ya dentro del coche y de regreso a Tarragona. O nosotros nos conjuramos para mantener esto en secreto o se nos caerá el pelo!
Manel Joan i Arinyó: "El cas Torreforta"

2 Comments:

  1. barca0014 said...
    Ahhhhhhhhhhhh!!!!!!!!! Pero esto que es?? Por dios.... que miedo me empieza a dar todo tia....joeeeee

    Mas, mas, mas, mas, mas,mas, mas,mas!!!!!!
    Unknown said...
    Dios!!! este libro me tiene descolocada y mmuy intrigada también!!! haber que pasa....

    Un beso!

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