UN MILLÓN DE CICATRICES

Si alguno de vosotros flipó con la historia de las dos chicas que vivían al lado de mi casa, esta os va a dejar con las patas vueltas.

Yo tenía 12 ó 13 años. Era un domingo por la tarde (concretamente el 12 de octubre, nunca se me olvidará). Llegaba a casa con mi madre, que habíamos ido a dar una vuelta. En aquel edificio donde vivíamos (raro donde los haya) la puerta del portal estaba siempre abierta, de hecho es que no tenía ni cerradura. Y al principio, vivían familias, como nosotros, pero poco a poco, la gente se fue yendo de allí (como acabamos haciendo nosotros también) y allí entraba gente de todo tipo.

A mí me daba miedo volver a casa sola, porque me he encontrado gente en el portal muchas veces y al estar la puerta abierta, pues no sé si eran vecinos o véte a saber qué eran. Y yo encima que siempre subo por las escaleras (de hecho una mañana cuando iba al instituto me encontré a un tipo tirado en el rellano que me puso los pelos como escarpias)

El caso es que aquel domingo llegamos al portal mi madre y yo y vemos a un hombre dentro, como esperando el ascensor. Nos preguntó si sabíamos si había alguien el primero derecha (nosotros vivíamos en el segundo, justo encima) y le dijimos que no. Eran unos vecinos bastante conflictivos porque daban muchas voces, les tocaban al timbre a las tantas de la madrugada todos los días... El hombre nos dio las gracias y nosotras subimos para casa. A mí no me extrañó la presencia de aquel individuo, por lo que he dicho antes, porque siempre iba gente a buscar a alguien de aquel piso, pero algo raro nos olíamos, aunque no podíamos confirmarlo a ciencia cierta.


Subimos a casa y nos ponemos a ver la tele. Yo no recuerdo qué es lo que oí exactamente pero eso que oí me hizo salir al balcón. Cuando salgo, cuál fue mi sorpresa cuando veo que el hombre que estaba en el portal, estaba en la calle, con una pistola, apuntando al piso de debajo y gritando: "Quieto! No te muevas!"

Ahí me cagué viva y entré rápidamente para el comedor, pero con una cara tan blanca como la pared (por lo menos). Mi madre quería salir para ver qué pasaba porque yo no me había explicado bien y ella no entendía nada. Pero la cogí de las manos, y cerré la puerta del balcón y se lo conté. Y empezamos a tener miedo.

Al cabo de un buen rato, tocaron al timbre de arriba de mi casa (un hombre y una mujer). Pregunté sin abrir la puerta quién era y me dijeron que la policía, mientas me enseñaban la placa por la mirilla. Les abrí y me explicaron que habían detenido a los vecinos de abajo y que iban a hacer una inspección en el piso y tenía que haber algún vecino delante como testigo.

Mi madre le dijo que por favor que prefería no ir, que si podía que preguntara en otro piso, porque no quería que le vieran la cara y que luego tomaran represalias contra mi hermana y contra mí (porque la chica nos explicó que no habían detenido a todos los que vivían allí abajo, con lo cual, habría otras personas de ese piso que continuarían viviendo allí.

Al final se prestó otro vecino y yo la verdad es que se lo agradecí enormemente eso a la policía, a la chica policía, que era bastante más simpática que el chico...

Después nos enteramos que los habían detenido por tráfico de armas, de drogas... En el piso tenían una caja fuerte con un montóooon de dinero, tenían varios perros, una serpiente... En fin, de todo un poco. También me enteré que el hombre al que yo ví por el balcón con la pistola (el del portal) era un policía secreto, que justo estaba pillando a uno en el momento en el que iba a saltar por el balcón para escaparse. Y ahí ya lo entendí todo.

Me estoy dando cuenta que a mí de vecinos me ha tocado lo mejor de cada casa y lo peor de cada calle.... Ojú....