lunes, 25 de mayo de 2009

HORNO

Hoy os voy a contar una cosa que me pasó hace casi dos años.

Estaba sola en casa en ese momento y decidí ponerme a preparar la comida, algo que la verdad no me gusta demasiado hacer (es como lo de hacer las camas).

El caso es que pensé en hacer un pollo asado en el horno. Así que lo encendí para que se fuera calentando.

Llevaba varios meses en esa casa pero apenas habíamos usado el horno, aunque, obviamente, no era muy difícil de usar.

Lo puse en marcha y pensé dejarlo diez o quince minutos a que se calentara un poco, porque no tenía demasiada fuerza. Mientras, me puse a recoger un poco la casa. Cuando terminé pensé en ir un ratito al ordenador... Pero se me fue el santo al cielo y ese ratito debió convertirse en un ratazo grande (una que se distrae con mucha facilidad).

No sé cuánto tiempo pasó, lo que sé es que de repente me vino un olor raro, como a quemado, así que me levanté porque pensé que me había pasado con la temperatura y con el tiempo de espera.

Aún no entiendo por qué pero lo primero que se me ocurrió fue abrirlo y justo en ese momento dentro del horno se formó como una "pequeña" bola de fuego y una alucinante masa de humo blanco que se extendió toda la casa. Me asusté muchísimo, sobre todo cuando el humo se me metió dentro al respirar y no paraba de toser y de ahogarme y me lloraban mucho los ojos.

Apagué el horno rápidamente y cogí el móvil y las llaves de casa y me fuí directamente a la calle tal cual estaba, es decir, en pijama.

Bajé llorando las escaleras y llamé a la persona que vivía conmigo, que estaba trabajando. Me dijo que vendría enseguida, que estaba haciendo un aviso en el pueblo de al lado.

Mientras lo esperaba, entró una señora al portal y al verme llorar me preguntó qué me pasaba. Y se lo conté. Me dijo si quería que ella subiera conmigo, pero, se lo agradecí y le dije que no, que prefería esperar.

A los cinco o diez minutos baja un señor que nada más verme, me dice: "Venga, vamos para tu casa". Yo, incrédula, le miro y le digo: "¿¿¿¿Qué????". Y entonces me explicó que era el marido de la señora de antes, que se lo había contado todo y venía a acompañarme a casa, por si quería que me ayudara con algo del horno. Pero también le dije que no, aunque, lógicamente, también se lo agradecí, pero he de decir que me quedé un poco pillada cuando me dijo que fuéramos para casa....

Al final todo quedó en una anécdota, por suerte, pero el tiempo que me quedó de vivir allí no volví a encender ese maldito horno.

4 Comments:

  1. Barca0014 said...
    Ayyyy que cosas mas raras te pasan nena!!!!!!

    Y cuanto tiempo estubiste en el portal sin querer subir a casa???
    Jajajajajajajajajaj, si es que no se te pude dejar sola eehh!!

    Biquiños!!
    PETALO said...
    Es lo que tiene Internet, que nos absorbe y ya nos olvidamos de todo...jajejejajajaj.
    de todas formas menudo susto, como para no volver a encender el horno en una buena temporadita.
    Lo mejor de todo que se ha quedado en una anecdota y no ha pasado nada grave. Venga va.... preparame un pollito al horno¡¡¡¡¡¡¡¡Besazos.
    alisau said...
    Madre mia que susto tia!!!
    Si es que ni las mujeres a veces pdemos hacer dos cosas a la vez...jeje
    Me alegro de que aquello solo quedara en anecdota y no en accidente del caso....
    Lo del hombre..muy bueno...me hubiese gustado verte la cara,,,jajaja
    Beset y que teu pases molt bé en Barçelona...
    VeRoNiKa ♫ VeCa ♪ LiFe said...
    jajajajaja... :)

    pobre... slaudos

Post a Comment