La Real Academia define la palabra "imposible" como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder. Y define "improbable" como algo inverosímil, que no se funda en una razón prudente.
Puestos a escoger, a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo, supongo.
La "improbabilidad" duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la épica.
Que David ganara a Golliat era improbable, pero sucedió. Un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió. Que los "Barón Rojo" volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió.
Nadal desbancando del número 1 a Federer. Una periodista convertida en princesa. El 12-1 contra Malta.
El amor, las relaciones, los sentimientos... no se fundan en una razón prudente y por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar.
Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.
Capítulo 97 LHDP: "Amores improbables" http://granhermano11-2009.blogspot.com/
http://unlugarparaelfutbol.blogspot.com/
En el amor siempre fui valiente, mi cara dura me ayudó, mi seguridad en ese tema. Pero aunque siempre aposté por intentarlo, no siempre me salió bien.
Un besote
Cata
Las dos palabras van agarradas de las manos asi que es mejor solo usar una IMPROBABLE!!.
Un saludote cris del otro lado del charco