Hoy os voy a contar una anécdota que me pasó hace tres años. Me fui con una amiga (M) a Ciudad Real a ver a otra amiga (S) de la Universidad que vive y trabaja allí.
En un principio habíamos pensado M y yo en ir a pasar el fin de semana a Madrid y acercarnos desde allí a ver a S, pero como era una semana antes de Semana Santa, no había hoteles con disponibilidad.
Al final, cambiamos nuestros planes en el último momento y hablamos con S y nos reservó una habitación en el hotel donde ella trabaja.
El caso es que, muy cabezonas las dos, sobre todo yo, se nos metió entre ceja y ceja que teníamos que ir a Madrid aquella misma tarde (encima M había quedado con una amiga suya, con lo cual, ya teníamos otra "excusa" más para ir.
Allá que nos lanzamos a la aventura. Desde que tengo el carnet de conducir, mis experiencias con la capital n han sido muy buenas que digamos. Un verano fuí a Burgos, no sé si yo iba pensando en la mona de Pascua, pero se me pasó la salida de la A1 y aparecí en Atocha.
A la vuelta, más de lo mismo. Tenía que ir a Atocha expresamente a dejar a un amigo, pero véte tú a saber dónde aparecí... Yo lo único que recuerdo eran puentes, muchas carreteras y muchas señales, pero la A3 siempre estaba en el sentido contrario al que iba yo.
Total (que me lío...) que M queda con su amiga en pleno Paseo de la Castellana, en todo el centro de Madrid, para que no tuviéramos tanta pérdida.
Al principio, íbamos bien (o eso creíamos) siguiendo las señales que nos marcaban el camino. Pero de repente obras, calles cortadas, los coches a toda leche porque, lógicamente, ellos saben dónde van y de repente aparecemos en un sitio que ni idea de cuál es...
Preguntamos al señor del coche de al lado. Más o menos nos indica y nos dice que más adelante preguntemos otra vez. Le hacemos caso. Pero yo ya no veía el puto cartelito de "Pº de la Castellana"... Me desespero. M peinándose en el coche y las dos pasándonos el rimmel en los semáforos... Un show...
Bueno, seguimos avanzando y de pronto empiezo a ver a un montón de gente súper bien vestida, trajeados, encamisados, con corbatas... (y yo pensé: "joder, parece que van todos de boda...")
Ví una boca de metro pero no nos dio tiempo a ver el nombre, con lo cual, más perdidas aún. Cuando ya estaba más que desesperada, veo una zona ajardinada con un caserón precioso. Me da por mirar un cartel y pone: "Palacio de la Moncloa". Y es en ese momento cuando digo: "vale, de puta madre". Tengo claro que si hubiera sido ahora, no hubiera dudado en intentar saltarme los controles de seguridad para mendigarle un trabajo a Zapatero...
Todavía no sé cómo salimos de allí. Al final, a trancas y a barrancas llegamos al Paseo de la Castellana y conseguimos ver a la otra chica.
Cuando ya nos íbamos para Ciudad Real nos encontramos con un pedazo de atasco... Me peleo con un policía bastante chulo y creo que, internamente, nos cagamos cada uno en la madre del otro.
Por fin encontramos la A4, que es la que teníamos que coger, porque la gente indicaba fatal (no teníamos suerte ni para eso...)
El coche entra en reserva... Cuando salimos de la gasolinera, ya no vimos ningún cartel de A4. Se nos hizo de noche. Nos metimos en un pueblo, que yo creo que era Parla y digo creo porque los carteles me decían eso, pero le preguntamos a uno y nos dijo: "Qué va, esto no es Parla. Para ir a la A4 tenéis que..." Fue en ese momento cuando yo me dí cuenta que en el mundo hay gente más empanada que yo... Que ya es decir...
Pero la aventurilla no acaba ahí. De camino nos pilló el diluvio universal y cuando por fin llegamos a Ciudad Real, ¿a que no os imagináis lo que nos pasó? Pues sí, nos volvimos a perder. Eran las doce de la noche, no había ni un alma por la calle y todas las rotondas eran iguales.
Al final, llegamos al hotel y ahí se acabó nuestra excursión por los Madriles. Yo celebré en su momento el invento de los GPS... porque no puedo salir de casa sola, ya que soy un auténtico desastre...
Un besote
Que buena aventura.
Un saludo
te leo