martes, 25 de noviembre de 2008

Desde aquí quisiera manifestar mi rechazo contra la violencia de género. Es una barbarie, una lacra de la sociedad que debe terminarse. No es normal que en lo que va de año hayan muerto ya 57 mujeres a manos de sus parejas o ex-parejas (también quisiera manifestar mi rechazo a la violencia que se ejerce contra los hombres).

Nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie, nadie tiene derecho a amargar la existencia de nadie, a hacerles sentir enterradas/os en vida, nadie tiene derecho a coartar la libertad de nadie...

Los datos que nos dan son escalofriantes. En lo que va de año, cada seis días nos hemos enterado que una mujer ha sido asesinada. De los 57 asesinos, quiero resaltar que 46 se han entregado después de cometer el crimen. Otros, se han suicidado. Yo me pregunto, ¿por qué no lo hacen antes? ¿por qué no se suicidan primero y dejan de hacer daño a gente inocente?

Por eso, hoy en el día internacional contra la violencia de género, quisiera que esta lacra terminara de una vez para siempre... Porque es totalmente injusto... Y desde aquí, quiero animar a esas personas que sufren que denuncien, que cumplan las órdenes de alojamiento que se les impone a esas personas que las persiguen, acosan y maltratan, para que nunca sea demasiado tarde...

viernes, 21 de noviembre de 2008

GENIAL ETWAS

Ich versuche dir besser zu kennen lernen. Du hast eine spezielle Sache. Ich will dir sehen. Ich will mit dir täglich sprechen. Aber es gibt viel Geheimnis. Ich habe dir viele Worter zu danken. Du bist wunderbar und vor allem speziell.


Si alguien quiere traducción, que pregunte, que igual se lo traduzco...jajaja

jueves, 20 de noviembre de 2008

SOLA

Salgo a la calle...

Miro a mi alrededor y no veo nada pero, al mismo tiempo, veo muchas cosas... No sabría muy bien cómo definirlo y explicarlo todo...

Hay mucha gente, pero yo me siento muy sola. Veo gente mayor, con su vida hecha, veo niños, que empiezan a vivir, llenos de alegría y, aparentemente, sin ningún tipo de problemas, veo parejas, familias, amigos... pero, ¿quién camina conmigo? Nadie... absolutamente nadie... Doy pasos sin rumbo, lanzo miradas sin dirección... No tengo a dónde ir ni a nadie a quien poder mirar.

Hace dos meses mi vida volvió a derrumbarse, todos mis sueños, proyectos e ilusiones personales se me vinieron abajo... Me costó salir de ese agujero en el que estaba metida, en el que me habñian metido... Abrí los ojos (me ayudaron a abrirlos) y levanté cabeza (también a ésto me ayudaron) y me sentí realmente feliz por haberlo conseguido. Desde hace tres semanas fui otra persona completamente distinta a la de días atrás... La Cristina triste, meláncolica y que iba llorando por todos los rincones desapareció... Volvió ese "yo" de siempre, esa alegría, esas ganas de comerme el mundo... Pero hoy he vuelto a tocar fondo... Hoy, una vez más, el mundo me ha comido a mí (y lo peor es que yo me he dejado)

Hoy, todos mis miedos pasados, todas mis inquietudes vuelven a mí otra vez y, me temo, que con más fuerza que nunca.

Creo que ha llegado el momento de darle un giro inesperado a mi vida, un giro que nunca pensé que le daría... pero no puedo hacer otra cosa. ¿Qué me retiene aquí? Vale, tengo a mi familia, pero ellos tienen sus vidas, sus trabajos... Tengo una amiga que me lo ha demostrado todo siempre... pero ni hablo con ella ni la veo todos los días, ni todas las semanas... Ella tiene un trabajo, una pareja a la que dedicarse... Ella también tiene su vida... Yo ni siquiera tengo trabajo...

Hace siete años, cuando tuve que elegir qué carrera estudiar, renuncié a uno de mis sueños para no tener que irme de casa (a veces la vida con la familia resulta mucho más fácil...) Pero hoy veo que aunque a ellos les falle por marcharme, yo realmente lo necesito... No tengo trabajo, que es uno de los mayores problemas y mucho me temo que aquí voy a tardar mucho en encontrarlo... Si es que lo encuentro... ¿A dónde voy? No lo sé, porque la verdad es que no tengo a donde ir... Ahora mismo no sé nada...

Sigo en la calle...

Vuelvo a mirar a mi alrededor y yo sigo tan sola como cuando empecé a pensar en todo ésto... Ya no sé muy bien qué hacer con mi vida... ni para dónde tirar...

Sólo sé que me siento sola... demasiado sola muchas veces...

miércoles, 19 de noviembre de 2008

TATUAJES

Que los tatuajes son algo antiquísimo es algo sabido por todos ya que, incluso se puede encontrar alguno en algunas momias de más de seis mil años de antigüedad.

La palabra tatuaje viene, cómo no, de una mala traducción de palabras. Su palabra inglesa es "tatoo" aunque el origen real es "tátau", lo que significa "marcar dos veces". Pero como ha pasado en otras ocasiones, se produce un desfiguramiento de la palabra tradicional hasta derivar en la que conocemos hoy en día.



El hecho de que una persona se tatúe puede tener diversos significados. Uno se puede tatuar por temas religiosos, por temas amorosos, por estética, por diferenciarse... El caso es que, en la Segunda Guerra Mundial, a algunos judíos ya los tatuaban en los campos de concentración para diferenciarlos entre ellos.

Hoy en día, uno se puede tatuar con tatuajes de "henna" o con los tatuajes permanentes que te acompañarán toda la vida (aunque se pueden eliminar con láser, a pesar de ser demasiado costoso el proceso, por lo que tengo entendido).


Yo siempre he querido hacerme algún tatuaje pero hasta hace dos años no me decidí. Dicen que uno, una vez se hace un tatuaje ya no puede parar y es cierto. Cuenta la gente (no sé si verdad absoluta o simples comentarios) que los tatuajes hay que tenerlos impares en el cuerpo para que den buena suerte. No sé si será verdad, sólo sé que yo llevo cuatro y desde que me hice el cuarto no es que me hayan salido muchas cosas bien precisamente... Por lo que quiero hacerme el quinto a ver si es verdad lo que dicen o no (aunque si no lo dijeran, querría hacérmelo igual).

No todo el mundo ve con buenos ojos lo de los tatuajes. A la hora de buscar trabajo creo que, dependiendo del tatuaje, puede ser un obstáculo o un grave problema, pero la sociedad en la que vivimos es demasiado anticuada para algunas cosas, en mi opinión. No se es mejor persona por no haberse tatuado, ni mejor trabajador, ni mucho menos. En los trabajos en los que he estado nunca he tenido problemas con lo de los tatuajes (con mis jefes, con algún cliente sí que he tenido alguna mirada llena de desprecio que sobraba), entre otras cosas, porque más o menos están en sitios donde me los puedo tapar "fácilmente".



Aún así, sí que es cierto, que yo me he sentido observada (y de mala manera) por mucha gente cuando voy por la calle. La gente te mira como si fueses "un bicho raro" y la verdad que no sé por qué se tiene que tener esos prejuicios hoy en día...


Creo que mucha gente debería cambiarse el "chip" porque los tiempos han cambiado y porque los tatuajes ya nos los llevan sólo los presos... Es algo que está a la orden del día.







martes, 18 de noviembre de 2008

LOS DE LOS 80

Desde el primer momento que leí este texto, me gustó bastante porque me parece que, de alguna manera, refleja muy bien aquella etapa que nos tocó vivir cuando éramos pequeños. Así que, aquí lo dejo. (Es un poco largo, pero creo que merece la pena leerlo):




Con ésto quiero reivindicar una generación, la de los 80. Nosotros no estuvimos en la Guerra Civil, ni en mayo del 68, ni corrimos delante de los grises, no votamos la Constitución y nuestra memoria histórica comienza con las Olimpiadas del 92. Aunque no nacimos en una dictadura, siempre hemos tenido una conciencia democrática y la serie "Cuéntame" nos parece que es una mierda y que hace apología del franquismo. Por no vivir activamente la Transición se nos dice que no tenemos ideales y sabemos de política más que nuestros padres y más de lo que nunca sabrán nuestros hermanos pequeños y descendientes. Somos la última generación que hemos aprendido a jugar en la calle a las chapas, la peonza, las canicas, la comba o el rescate y, a la vez, somos la primera que hemos jugado a los videojuegos, hemos ido a parques de atracciones o visto dibujos animados en color. Los Reyes Magos no siempre nos traían lo que pedíamos, pero oíamos (y seguimos oyendo) que lo hemos tenido todo, a pesar de que los que vinieron después de nosotros sí lo tienen realmente y nadie se lo dice.

Se nos ha etiquetado de "Generación X" y tuvimos que tragarnos bodrios como "Historias del Kronen" o "Reality Bites", "Melrose Place" o "Sensación de vivir" ( te gustaron en su momento, vuélvelas a ver, verás qué chasco).

Lloramos con la muerte de Chanquete, con la puta madre de Marco que no aparecía, con las putadas de la Señorita Rottenmayer, ... Nuestra primera canción del verano fue "Los Pajaritos" (1981).

Somos una generación que hemos visto a Maradona hacer campaña contra la droga, que nos reíamos de un anuncio que decía que si el Madrid era otra vez campeón de Europa, que durante un tiempo tuvimos al baloncesto como el primero de los deportes.

Hemos vestido vaqueros de campana, de pitillo, de pata de elefante y con la costura torcida. Nuestro primer chandall era azul marino con franjas blancas en la manga y nuestras primeras zapatillas de marca las tuvimos pasados los 10 años.

Entramos al colegio cuando el 1 de Noviembre era el día de Todos los Santos y no Halloween, cuando todavía se podía repetir curso, los últimos en hacer BUP, COU y los primeros de la ESO.

Somos los primeros en incorporarnos a trabajar a través de una ETT y los que no les cuesta un duro echarnos del curro.

Siempre nos recuerdan acontecimientos de antes de que naciéramos, como si no hubiéramos vivido nada histórico. Nosotros vimos caer el Muro de Berlín y a Boris Yeltsin borracho tocarle el culo a una secretaria.

Los de nuestra generación fueron a la guerra (Bosnia), cosa que nuestros padres no hicieron. Gritamos "OTAN, no; Bases, fuera" sin saber muy bien qué significaba y nos enteramos de golpe un 11 de septiembre.

Aprendimos a programar el vídeo antes que nadie, jugamos con el Spectrum, odiamos a Bill Gates, vimos a Perico Delgado anunciar los primeros móviles y creímos que Internet sería un mundo libre.

Somos la generación de Espinete, Don Pimpón y Chema, el panadero farlopero. Somos los que recordamos a Enrique del Pozo cantando con Ana (abuelito dime tú...), los del incomparable "Planeador bajo", de Mazinger Z, los de Ulises 31 y Comando G (que nunca acabó de gustar a nadie).

Somos la generación que fuimos al cine a ver las películas de Parchís y que durante años creímos que el de rojo (como quien dice, el del medio de Los Chichos) era Enrique Bunbury. Los que crecieron escuchando a Europe y a ese grupete de imitadores que les salió, unos tal Bon Jovi.

También somos los de la explosión del Challenger, la cantada de Arconada, Los mundos de Yupi y las pesetas rubias.

Nos emocionamos con Superman, ET o "En busca del arca perdida". Comíamos Phosquitos y los Tigretones eran lo mejor, aunque aquello que empezaba (algo llamado Bollycao) no estaba del todo mal.

Somos la generación del Tocata, La Bola de Cristal (solo no puedes, con amigos, sí), el Follow me, El coche fantástico, Oliver y Benji, La abeja Maya, El hipnótico Planeta Imaginario, Los Toreros Muertos, La Orquesta Mondragón, el abrazafarolas del Butano y el Mississippi de Pepe Navarro con su inimitable Pepelu.

La generación de la "Quinta del Buitre", de Hugo Sánchez, de Biriukov, Del Corral, Corbalán, Romay y que nos traumatizamos con las muertes de Fernando Martín y Petrovic (¿quién coño juega hoy en el Madrid de baloncesto?).

El 600 era el utilitario normal, el 124 un coche familiar y el 131 una berlina de lujo. El 23-F nos pareció un buen día porque no hubo clase y ponían películas por la tele.

La generación que se cansó de ver a las mamachichos, a la que le entra la risa floja cada vez que tratan de vendernos que España es favorita para un Mundial. La última generación que veía poner a su padre la baca del coche hasta el culo de maletas para ir de vacaciones.

La última generación de las litronas y los porros y, qué coño, la última generación cuerda que ha habido.

Esto está dedicado a las personas que nacieron entre 1980 y 1990. La verdad es que no sé cómo hemos podido sobrevivir a nuestra infancia!!. Mirando atrás es difícil creer que estemos vivos en la España de antes.

Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad traseros, sin sillitas especiales y sin air-bags. Hacíamos viajes de 10-12 horas con cinco personas en un 600 o en un Renault 4 y no sufríamos el síndrome de la clase turista.

No tuvimos puertas con protecciones, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco ni protectores para rodillas ni codos. Los columpios eran de metal y con esquinas en pico y jugábamos a "lo que hace la madre, hacen los hijos", esto es, a ver quién era el más bestia.

Pasábamos horas construyendo nuestros vehículos con trozos de rodamientos para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que nos habíamos olvidado de los frenos. Después de chocar con algún árbol, aprendimos a resolver el problema.

Jugábamos a "churro va" y al pañuelo y nadie sufrió hernias ni dislocaciones vertebrales. Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día y sólo volvíamos cuando se encendían las luces de la calle. Nadie podía localizarnos.

Eso sí, nos buscábamos maderas en los contenedores o donde fuera y hacíamos una caseta para pasar allí el rato. No había móviles. Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para castigar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerras de piedras y no pasaba nada. Eran cosas de niños y se curaban con mercromina (roja) y unos puntos y al día siguiente todos contentos.

La mitad de los compañeros de clase tenía la barbilla rota o algún diente mellado o alguna pedrada en la cabeza.. Tuvimos peleas y nos partíamos la cara unos a otros y aprendimos a superarlo. Íbamos a clase cargados de libros y cuadernos, todo metido en una mochila que, rara vez, tenía refuerzo para los hombros y, mucho menos, ruedas!!!

Comíamos dulces y bebíamos refrescos y nadie se contagió de nada. Sólo nos contagiábamos los piojos en el cole, cosa que nuestras madres arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.

No tuvimos Play Station, Nintendo 64, vídeo juegos, 99 canales de T.V., sonido surround, móviles, ordenadores e internet, pero nos lo pasábamos de lo lindo tirándonos globos llenos de agua y arrastrándonos por los suelos destrozando la ropa.

Nosotros sí tuvimos amigos. Quedábamos con ellos y salíamos. O ni siquiera quedábamos, salíamos a la calle y allí nos encontrábamos y jugábamos con ellos a la peonza, a las chapas, a las canicas, a la lima, al rescate...en fin, tecnología punta....

Íbamos en bici o andando hasta casa de los amigos y llamábamos a la puerta. ¡Imagínate!, sin pedir permiso a los padres, ¡nosotros solos allá afuera, en el mundo cruel! Sin ningún responsable! ¿Cómo lo conseguimos?

Hicimos juegos con palos, botellas y balones de fútbol improvisados. Comimos pipas y, aunque nos dijeron que pasaría, nunca nos crecieron en la tripa ni tuvieron que operarnos para sacarlas.

Bebíamos agua directamente del grifo de las fuentes de los parques, agua sin embotellar, donde chupaban los perros!! Íbamos a buscar lagartijas y pájaros con la escopeta de perdigones o con el tirawebos, antes de ser mayores y sin adultos...Dios mío!!

En los juegos de la escuela, no todos participaban en los equipos. Los que no lo hacían, tuvieron que aprender a lidiar con la decepción.

Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repitieron curso. ¡Qué horror! No inventaban exámenes extra.

Ligábamos jugando a "beso, verdad, atrevimiento", no en un chat diciendo :) :D :P. Éramos responsables de nuestras acciones y acarreábamos con las consecuencias. No había nadie para resolver eso. La idea de un padre protegiéndonos, si transgredíamos alguna ley, era inadmisible, si acaso nos soltaban un guantazo o un zapatillazo y te callabas.

Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad y aprendimos a crecer con todo ello. Tú eres uno de ellos? ¡Enhorabuena! Porque tú también tuviste al suerte de crecer como un niño (o niña).

DÍA DE BAJÓN

Hoy no tengo muchas palabras que salgan de mi boca, en este caso, de mis manos. Aunque aquí ponga martes para mí sigue siendo lunes... Hoy es uno de esos días en que parece que las cosas no terminan de salir bien... he tenido días mejores (pero también es verdad que los he tenido peores)

Cada día me doy más cuenta que debe haber una conspiración contra mí para que las cosas no me terminen de salir bien. ¿Por qué tiene que ser todo tan difícil?

Mis esfuerzos y ganas por encontrar trabajo siguen sin dar sus frutos... Hace dos meses que he terminado de estudiar, he estado haciendo cursos todo este tiempo, me gustaría estudiar más cosas, mejorar los idiomas que hablo, estudiar otra carrera... pero se me van las ganas de seguir estudiando.

Lo cierto es que, en días como hoy, se me van las ganas de muchas cosas (por no decir de todo). ¿Dónde está esa burbuja que siempre he añorado para poder refugiarme en ella?

Hoy no tengo ganas de nada... A diferencia de hace unas semanas, a pesar de estar tan hundida moralmente, hoy miro al mundo con otros ojos, como dije hace unos días. Y hoy en día, sí que tengo algo por lo que levantarme cada mañana y es disfrutar como disfruto de todo últimamente, aunque vengan días como los de hoy...

Bueno, preciosa...

¡¡¡FELIZ 26 CUMPLEAÑOS!!!

Sé que hace un par de años que no nos vemos (eso es lo que más pena me da de la Universidad, que pasamos años maravillosos entre todos y luego cada uno sigue por su lado) pero siempre me acuerdo de ti. Y tengo muchas ganas de verte.

Espero que pases uno de los mejores cumpleaños de tu vida. Al menos, éste será especial, ya que es el primero que pasas como mamá. Dale un beso muy fuerte a tu niña África y otro para tu chico.

Ójala nos podamos ver pronto.

Sabes que nunca me olvido de ti.

Feliz Cumpleaños, Luisa!

Te mereces todo lo mejor

lunes, 17 de noviembre de 2008

Llevo un par de días sin pasar por aquí y la verdad es que no lo he hecho porque realmente no me salía nada para escribir... No es que hoy esté especialmente inspirada pero quería contar algo en concreto.

Ya que leyendo la entrada anterior, se puede deducir que he estado pasando por una muy mala época desde hace dos meses, quisiera contar algo totalmente distinto.

Hace ya algunos años, cuando acabé de estudiar en el Instituto decidí ir a estudiar a la Universidad, aunque no estaba muy convencida de ello... El caso es que, finalmente, me decidí a estudiar una carrera en concreto, porque pensaba que no iba a ser muy complicado (aunque ya sabía que no me iban a regalar nada) y porque viviendo donde vivo, pues pensé que en un futuro tendría muchas posibilidades de trabajo...

Todo el mundo dice que la mejor vida es la del estudiante... pero yo tengo que decir que la mejor vida es la del estudiante, pero universitario, sin lugar a dudas. Y qué razón tiene la gente al decir eso...

Yo llegué a la Universidad y para mí fue todo completamente nuevo. Tenía que pasarme dos horas al día en el autobús para ir y volver de clase, compañeros a los que no había visto en la vida, cada uno de un lugar diferente, clases por las tardes... En fin, todo muy distinto... Pero quizás donde más noté ese cambio fue en los apuntes. Estaba acostumbrada a estudiar el día de antes (o el mismo día si tenía examen por la tarde) y aprobar todos los exámenes. Así que, me confié y pensé que en la Universidad sería prácticamente lo mismo. Sabía que estudiando el día de antes no iba a aprobar, pero pensé que con 3 ó 4 días tendría suficiente... Pero claro, en ese tiempo es imposible estudiarte esos tochos que nos daban por apuntes...

El caso es que en la primera conovocatoria de exámenes, en febrero, se suspendieron las clases tres semanas (como cada año) para que tuviéramos más tiempo para estudiar. A pesar de eso, yo no me dí cuenta de lo que se me venía encima... Y acabó pasando lo inevitable... Suspendí todas las asignaturas a las que me presenté (que tampoco me presenté a todas). El primer palo me lo había llevado... pero lo peor es que dejé llevarme el segundo, porque en la convocatoria de junio volví a hacer lo mismo y a suspender... Lo más curioso del caso es que sí, no lo voy a negar, iba de paellas, salía... pero nunca faltaba a clase (sólo a las de economía, que eran muy tarde, y a alguna de contabilidad....jajajaja)

Aquel verano tuve que replantearme otra vez qué hacer con mi vida, porque claro, al no haber aprobado el mínimo que te exigen el primer año, me invitarían amablemente a abandonar la carrera si en septiembre no aprobaba aunque fuera una...

Yo, acostumbrada a tirar la toalla ante las adversidades, me preinscribí en otra carrera. Pero cuando llegó la hora de formalizar la matrícula para la segunda carrera, me dijeron que al hacerlo, perdería la oportunidad de poder presentarme a los exámenes de la otra carrera. Así que, en aquel momento, se ve que mi orgullo propio hizo mella en mí misma y me dijo que lo intentara, que era la última oportunidad (aún así me arriesgaba a pasarme un año entero en blanco...). Hice caso a la voz de mi conciencia y me presenté a tres asignaturas, de las cuales, aprobé dos. Así que ya me sentí bastante orgullosa y nada arrepentida de haberlo intentado. Además, me sirvió mucho para abrir los ojos y darme cuenta de las cosas...

En la convocatoria de diciembre me presenté a otras tres y las aprobé las tres. Así que, en parte, tenía ya bastante camino recuperado... En primero tenía ocho asignaturas y en tres meses había aprobado cinco, cosa que no había hecho en nueve meses...

Seguí haciendo la carrera como buenamente pude, ya que tenía que compaginar las asignaturas de varios cursos. Así, el tercer año llegué a tener diecisiete asignaturas, aprobando trece, que no está nada mal (creo yo) sobre todo después de cómo había empezado la carrera...

De la época universitaria me llevo bastantes recuerdos y me quedo, sin duda, con los buenos momentos que he pasado con mis compañeros y con las amigas que allí hice que, aunque hoy la distancia nos haya separado y no tengamos la misma relación que hace unos años, siempre me acordaré de ellas...

Pasaron los años, seguí estudiando, hice mis prácticas (cosa que me permitió encontrar mi primer trabajo en aquel mismo hotel) y a pesar de los pesares, de dos años con una sola asignatura que se atragantaba una y otra vez, de muchos llantos, de muchas angustias, de muchas noches sin dormir estudiando, de muchos sacrificios... hoy, por fin, desde el 08/09/2008 puedo decir que soy

DIPLOMADA EN TURISMO!!

viernes, 14 de noviembre de 2008

Hace ahora dos meses sentí que mi mundo se venía abajo, sentí que la vida se me iba, quería que la tierra me tragara por completo para siempre... He pasado uno de los peores momentos de mi vida pero, por suerte, hoy puedo mirar al mundo con otros ojos...

Sigo teniendo problemas de insomnio aunque no tan acrecentados como hace unas semanas, cosa que realmente me alegra enormemente, he vuelto a "recuperar" mi sueño, vuelvo a estar cansada, tengo ganas de dormir... aunque todo ésto va sucediendo poco a poco pero por algo se empieza...

Respecto a ese problema tan grande que me pasó hace dos meses tengo que decir que, poco a poco, he ido abriendo los ojos hasta que los he abierto de golpe. Hoy, "gracias" a ti, que me has fallado una y otra vez, que me has mentido, que hablas y hablas sin saber, que me insultaste, a mí y a los míos, que vas de "amigo" y no lo eres, que tienes dos caras, que me has hecho daño... pues por todo eso y mucho más hoy soy un poquito más fuerte.

Siempre he tenido claro que las cosas en la vida pasan por algo, no sólo por casualidad o porque tengan que pasar. Me he dado cuenta que lo que yo creía como una vida resuelta no era más que una mentira vivida al lado de alguien que no se ha merecido nada en absoluto. Pero la venda que tenía delante no me dejaba ver lo que realmente estaba pasando a mi alrededor. Nunca imaginé que de mi boca pudieran salir palabras con tanto rencor hacia ti, nunca...

Ahora intento que mi vida sea lo más normal posible, dentro de lo que cabe. Dentro de todo el dolor y sufrimiento que he pasado y dentro de lo bien que me estoy empezando a sentir últimamente conmigo misma.

Ya que han conseguido devolverme la sonrisa que perdí hace mucho tiempo me he propuesto no volver a perderla nunca más, por mí misma, por mi familia, que no se merecen el sufrimiento que han pasado al verme a mí tan mal, por la gente que quiere volver a verme sonreir, que no sé si es mucha o poca, pero con que quieran lo mejor para mí ya es bastante y, en definitiva, porque me he dado cuenta (aunque haya sido tarde) que a mi edad no se puede estar hundida moralmente y sin ganas de hacer absolutamente nada, sólo esperar a que pase el tiempo y todo cambie.

Me he llevado muchos golpes pero he entendido que soy la única que puede hacer que todo cambie, no debo limitarme a esperar. Así que, aquí estoy, como el Ave Fénix medio resurgiendo de mis cenizas para seguir dándolo todo por alcanzar la estabilidad y la felicidad en mi vida.

Para terminar quiero daros las gracias a todos los otros que me habéis dado alguna palabra de ánimo para seguir adelante, a mi familia, por sus esfuerzos para verme bien cada día, a Manoli y a Silvia, por sus llamadas que nunca fallan desde la distancia.

Y, en especial, a Natalia, por sus palabras de ánimo, su compañía cada noche, sus ocurrencias, sus gracias, sus ganas de que no derramara ni una lágrima más cuando la ocasión no lo merecía, por compartir, leer y escuchar todos mis problemas, por hablarme desde sus 3 años menos que yo con una madurez y sensatez alucinantes, por su todo... porque tú has sido una de las tres personas que me han devuelto la sonrisa (siempre te recordaré con cariño).

Y a Marta, porque ella también ha tenido sus puntazos para hacerme reir y encima ha coincidido que desde su mundo de psicóloga también ha sabido ayudarme a ver la vida de otra manera... (a ti también te recordaré siempre con cariño). Porque hablando con ellas dos pues como que me doy cuenta de lo que tengo a mi alrededor y que no puedo contar con tanta gente como yo creía.

Y a la tercera persona que, en parte, espero que nunca llegue a este blog porque me moriría de la vergüenza, pero esa persona ya sabe quién es porque ya me encargo yo de agradecérselo aunque a veces tenga que quitarme de en medio... (yo me entiendo... que ya dice mi madre que quien me entienda, que me compre...)

Así que gracias a estas tres últimas personas, mil gracias, porque aunque penséis que no me habéis ayudado muchísimo a ver la realidad de las cosas.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Desde aquí quiero daros la bienvenida por llegar hasta este rincón. Para mí será un rincón especial, porque en él contaré muchas cosas que me ayudarán a desahogarme y sentirme mejor conmigo misma.

No pretendo que esto sea una especie de diario, sino un lugar en el que poder escribir de lo que sea, una experiencia personal, un viaje, una canción... cualquier cosa que me apetezca plasmar en esta página.

Así que, sin más, empezamos!

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